Debido al pliegue que hace la roca en este punto, se facilitaba la extracción de piedra para la construcción. Esta antigua cantera está situada en la confluencia del arroyo Malojas con el río Madarquillos, en las cercanías del antiguo asentamiento de la Nava, por lo que no sería raro que se usara para construir aquel antiguo pueblo habitado por los primeros Madarqueños.
Cuenta la leyenda que cuando celebraban una boda, cayó una salamandra en la comida, envenenándola, y así fallecieron casi todos los habitantes de aquel núcleo, original, de los pobladores de estas tierras. A raiz de aquello los pocos supervivientes que quedaron, decidieron abandonar el lugar y fundar el actual pueblo de Madarcos, quedando desde entonces abandonado aquel asentamiento primigenio.
Aquí podemos apreciar de lo que es capaz el río Madarquillos cuando se desata toda su furia contenida.
Os presentamos la Ruta de la Casilla del Madarquillos que transcurre, en alguno de sus tramos, por senderos recientemente recuperados, por los que no han pasado ni personas ni ganados desde hace muchísimo tiempo.
